Las bodegas especiales
Representan el vértice de la pirámide, y son la máxima calificación administrativa que se le da a una bodega. Es una denominación de origen creada para una sola firma, propietaria de una finca o un pago considerado especial, que produce vinos de calidad y de reconocido prestigio.
La Ley del Vino del 2003 las consagra definitivamente, aunque ya venía implícita en la normativa anterior. La pirámide de la calificación administrativa es así:
En la base los Vinos de Mesa, que no pueden poner en sus etiquetas añada, variedad de uva y procedencia.
A continuación los Vinos de la Tierra, que sí pueden poner toda la información, pero que no pertenecen a ninguna denominación de origen.
Después la Indicación Geográfica. Es un nombre utilizado para designar a los vinos que poseen un origen geográfico determinado y cuya calidad o reputación se debe a dicho lugar de origen.
Por encima, los vinos con Denominación de Origen, que a su vez tienen un escalón superior, las Calificadas, que no amparan ningún vino a granel, todos tienen que estar embotellados, en estos momentos hay dos, Rioja y Priorato.
Finalmente, y por encima, las Denominaciones de Origen «Vinos de Pago», son vinos muy especiales procedentes de pagos muy especiales y de reconocido prestigio. En 2002, se concede la primera denominación de origen de Pago del país a Dominio de Valdepusa, la finca que tiene el marqués de Griñón en Malpica. Todos los vinos correspondientes a esta denominación son de excelente calidad, personalidad, y responden con sinceridad a la expresión de un terruño concreto y de alto nivel.